TORONTO – Todo se reduce a Vladimir Guerrero Jr. y Bo Bichette. Siempre ha sido así.
Desde el ocaso de aquellos equipos del 2015 y 2016, que revivieron el béisbol en Canadá con sus clasificaciones en la SCLA, los aficionados de los Azulejos han estado esperando a los dos elegidos. Han representado esperanza, han representado decepción y han representado grandeza, dependiendo del día.
Sin embargo, ninguna narrativa puede cambiar el récord de postemporada de los Azulejos desde el 2016. Tienen marca de 0-6, una serie de tres salidas rápidas y dolorosas en la Serie del Comodín. Este increíble dúo, inseparable durante casi una década, podría estar ante su última oportunidad, con Bichette en las puertas de la agencia libre. Pero primero, Bichette necesita regresar. Todavía enfrenta una batalla cuesta arriba para volver de su esguince en la rodilla izquierda a tiempo para la SDLA contra los Yankees o los Medias Rojas, que comienza el 4 de octubre.
“Lo extrañamos y él sabe que lo extrañamos”, expresó Guerrero antes del juego interescuadras del miércoles. “Ese es el plan de Dios. Lo que sea que Dios tenga para nosotros, tenemos que aceptarlo. Espero que podamos ganar esta serie y que él regrese para la siguiente”.
Ese pensamiento final de Guerrero es revelador. En este punto, parece lo más cercano a la realidad. La SCLA comenzaría el 12 de octubre, también en Toronto si los Azulejos avanzan, lo que le daría a Bichette una semana más para regresar.
Hasta ahora, Bichette sigue mejorando, sigue bateando y sigue haciendo tiros, pero es difícil darle mucho crédito a cualquier actualización o cronograma hasta que escuchemos las palabras mágicas: “Bo Bichette ha comenzado a correr”.
“Nunca descartaría a Bo, en términos de que la gente diga que no puede hacer algo y él demuestre que están equivocados”, agregó el manager John Schneider, quien ha estado presente en casi todo este viaje con Guerrero y Bichette. “Estos son un par de días muy importantes para él, obviamente. Si está listo, obviamente lo recibiremos con los brazos abiertos. Si no lo está, esa es otra cosa por la que quieres jugar: para seguir adelante y traerlo de vuelta en la siguiente ronda”.
El enfoque de Schneider aquí es excelente. Si Bichette no puede volver, mantén el tren en marcha hasta que pueda subirse a bordo.
Bichette se merece este momento, o al menos una oportunidad, y si alguien puede forzar que eso suceda, es su amigo Vladdy.
La recta final de Guerrero en septiembre no fue impresionante, pero está a unos pocos batazos importantes de que nos olvidemos de todo eso. Sin buscarlo, ¿puedes recordar alguna de las estadísticas de temporada regular de Joe Carter antes de la Serie Mundial de 1993? Nada de eso importa en el momento en que respondes a la hora buena en la postemporada. Esos momentos duran para siempre.
Ross Atkins, aunque reconoció que las últimas semanas no han sido ideales para Guerrero, respaldó a su hombre de los US$500 millones.
“Ha sido uno de los mejores jugadores del béisbol y seguirá siéndolo”, indicó Atkins. “Va a ser una potencia para nosotros en los playoffs”.
Schneider también sabe que Guerrero puede ser ese jugador. Lo ha dirigido desde los niveles más bajos de liga menor. Lo ha visto todo antes, sólo que no en un escenario tan grande.
“Él entiende y aprecia dónde está con esta organización en este momento. No sólo en términos de su contrato, sino de su importancia para esta organización y lo duro que ha trabajado para llegar aquí”, aseguró Schneider. “Los muchachos tienen una cierta manera de dar un paso al frente o de mirar a los lados y quedar atrapados en el momento. Vlad ha pasado por suficientes altibajos en la postemporada como para estar listo para dar un paso al frente”.
Había una sensación de calma en Guerrero cuando habló con los reporteros el miércoles. No es que alguna vez hubiera duda, pero él sabe que esta es su organización ahora.
También entiende la urgencia en juego. Cuando se le preguntó qué ha aprendido de los viajes anteriores de los Azulejos a la postemporada, fue directo al grano.
“Derrotas. Eso es lo que puedo decir. Derrotas”, dijo Guerrero. “Espero que este año sea mejor. Este año, estamos tratando de ganarlo todo”.
Los Azulejos ya no están para venderle esperanza a sus aficionados. Este es el momento de ganar, el momento de borrar todos esos fracasos de octubre con un regreso a la Serie Mundial por primera vez desde 1993. Bichette necesita ser parte de esa historia, incluso si no comienza el sábado con el Juego 1 de la SDLA.
Siempre se ha tratado de Vladdy y Bo. Una vez más, al menos juntos, llega de nuevo.
Fuente: MLB.com