LOS ÁNGELES — Blake Snell ya había lanzado un máximo de temporada de 107 pitcheos. Había otorgado bases por bolas a sus dos últimos bateadores. El mánager Dave Roberts subió al montículo, listo para entregarle la bola al relevista Alex Vesia para sacar el último out del séptimo inning.

Snell pensaba que todavía le quedaba algo en el tanque. Roberts accedió y permitió que su abridor zurdo se mantuviera en el juego.

Instantes después, Snell hizo que Otto Kemp abanicara una recta perfectamente colocada para su 12do ponche del juego, su cifra más alta de la temporada, y así terminó el episodio. Snell dejó escapar un rugido en el montículo. Roberts alzó el puño desde la cueva. A su alrededor, el Dodger Stadium estalló de júbilo.

Las siete entradas en blanco de Snell guiaron a los Dodgers a una victoria de 5-0 sobre los Filis la noche del miércoles, evitando la barrida en la serie de tres juegos disputada en el Dodger Stadium. Freddie Freeman y Shohei Ohtani conectaron jonrones, y Ben Rortvedt junto al boricua Enrique Hernández también aportaron imparables remolcadores para respaldar la joya.

Tras perder la serie, las probabilidades de los Dodgers de asegurar un pase directo a la segunda ronda de la postemporada son escasas. Los Filis tienen una ventaja de 5.5 juegos en la tabla de sembrados de la Liga Nacional, una diferencia que probablemente se mantenga con sólo 10 juegos restantes en el calendario.

Si los Dodgers conservan su ventaja de 2.0 juegos sobre los Padres en el Oeste de la Liga Nacional y logran avanzar desde una Serie del Comodín, lo más probable es que su camino de regreso a la Serie Mundial pase por Filadelfia.