SEATTLE — Gleyber Torres necesita operarse.

Tras la derrota de los Tigres por 3-2 en el Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Americana el viernes, Torres anunció que se someterá a una operación para reparar una hernia deportiva el costado derecho. El segunda base venezolano de los Tigres dijo que el problema le ha provocado un dolor considerable durante gran parte de la segunda mitad de la campaña.

El período de recuperación habitual tras una cirugía en la zona abdominal es de aproximadamente dos meses de reposo y rehabilitación.

A pesar de las molestias que le causó la lesión, Gleyber Torres, de 28 años, optó por posponer la cirugía para que su tiempo de inactividad coincidiera con la temporada baja. Torres firmó un contrato de un año y US$15 millones con Detroit el 27 de diciembre. Si los Tigres no le extienden una oferta calificada, se convertirá en agente libre cinco días después del último juego de la Serie Mundial.

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“No fue verdaderamente bueno. Desde el comienzo de la segunda mitad, tenía mucho dolor”, admitió Torres poco después de que los Tigres quedaran eliminados de la postemporada tras la derrota en 15 entradas ante los Marineros en el T-Mobile Park. “[Los entrenadores y el cuerpo médico] hicieron un muy buen trabajo para mantenerme en juego. No se trata de los números, se trata de jugar todos los días, y hacemos lo que sea necesario en el momento para seguir jugando cada día”.

Aunque no se espera que la operación interfiera con el inicio de los entrenamientos de primavera, la lesión de Torres sin duda tuvo un impacto en sus números al bate con los Tigres. Fue uno de los líderes ofensivos de Detroit en la primera mitad, con un promedio de bateo de .281.

Esa cifra —y muchas otras— sufrió una baja considerable en todos los aspectos tras el Juego de Estrellas, y culminó con un promedio de .235 en ocho juegos de postemporada, lo que dejó a muchos preguntándose cuál fue la causa de su bajón.

Torres se fue de 6-0 con dos ponches y una base por bolas el viernes, bateando como segundo en el orden.

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Primera mitad (84 juegos): .281/.387/.425, nueve jonrones, 16 dobles, 45 impulsadas, 46 ponches
Segunda mitad (61 juegos): .223/.320/.339, siete jonrones, seis dobles, 29 impulsadas, 55 ponches
Postemporada (ocho juegos): .235/.316/.382, un jonrón, dos dobles, una impulsada, 10 ponches

“Soy un jugador que va a darlo todo por el equipo, así que no hay excusas”, dijo Torres. “No fue fácil, pero puedo jugar con dolor, así que no es gran cosa”.