DETROIT — Charlie Morton es uno de los héroes de la Serie Mundial del 2017, dos veces campeón y veterano de siete postemporadas. Cuenta con mayor experiencia en partidos claves de la recta final que algunos de sus compañeros en los Tigres tienen en las Grandes Ligas. Pero mientras los Felinos tratan de aferrarse a un pase a la postemporada, llegó a ser más evidente que sus mejores posibilidades de volver a clasificar no incluían al derecho.

El club de Detroit designó para asignación a Morton el domingo y llenó la vacante con el relevista veterano Tanner Rainey, quien fue subido desde Triple-A Toledo. Es posible que esto marque el final de la carrera de Morton.

El movimiento surgió luego de que los Tigres decidieran que Morton no sería parte de su rotación abridora para la última semana de la temporada regular. Hubiera estado programado para el cierre de la serie en Cleveland el jueves, un compromiso que podría decidir sus posibilidades de clasificar a la postemporada. Sin embargo, tras una presentación el viernes en la que concedió seis carreras y cinco hits en apenas dos entradas, fue evidente que no sería una alternativa como abridor ante los encendidos Guardianes, ni contra los Medias Rojas durante la serie que concluye la campaña regular.

En cualquier otro punto de la temporada o con mayor seguridad de llegar a los playoffs, los Felinos hubieran enviado a Morton al bullpen para que trabajara en sus problemas de comando. Su versatilidad fue una de las habilidades que llamó la atención para completar el canje con los Orioles en la Fecha Límite. Pero ese no es el caso ahora con los Tigres buscando asegurar su destino.

Morton terminó con efectividad de 7.09 en nueve aperturas por Detroit. Sus problemas fueron similares a los que enfrentó a comienzos de la temporada con Baltimore en vez del buen momento que tuvo a mediados de la temporada, que resultaron en su paso a los Tigres a cambio del prospecto de pitcheo Micah Ashman.