TORONTO – Desde el 2015, 11 años después de su retiro como jugador en una carrera que lo llevó al Salón de la Fama en el 2019, Edgar Martínez ha estado involucrado en la instrucción de bateo de los Marineros, su único equipo en el béisbol desde que Seattle lo firmó como adolescente en 1982.

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Y desde agosto del año pasado, cuando su antiguo compañero de los Marineros Dan Wilson fue nombrado dirigente del club, el puertorriqueño Martínez ha vuelto a una posición diaria con el equipo como “director superior de estrategia de bateo”. Los resultados no se hicieron esperar.

En la temporada regular del 2024, Seattle fue 22do en Grandes Ligas en OPS colectivo con .687, anotando un total de 676 carreras. Este año, el primero de Martínez de vuelta con el equipo a tiempo completo desde su primera estadía como coach de bateo del 2015 al 2018, los Marineros mejoraron a OPS colectivo de .740 – décimo en las Mayores – y cruzaron el plato en 766 ocasiones.

Esa producción ofensiva apoyó por fin lo que ha sido desde hace un tiempo un excelente pitcheo de Seattle, que este año clasificó para los playoffs por primera vez desde el 2022 y ganó la División Oeste de la Liga Americana por primera ocasión desde el 2001 – cuando Martínez aún era jugador activo.

“Ha sido un camino increíble”, dijo Martínez sobre la edición del 2025 de los Marineros, que se encuentran a una victoria de la primera Serie Mundial en la historia de la franquicia al aventajar a los Azulejos 3-2 en la Serie de Campeonato de la Liga Americana. “Se siente muy bien ver a este equipo hacer lo que viene haciendo. Es bien especial ver lo que está pasando”.

Martínez, primero como tercera base de los Marineros y luego como designado, es uno de los mejores bateadores derechos en la historia de Grandes Ligas, con línea de por vida de .312/.418/.515 (OPS de .933), OPS+ de 147, 514 dobles, 309 jonrones y 1,283 empujadas, entre muchos otros logros entre 1987 y el 2004. Incluso, el galardón para el mejor bateador designado de MLB cada año lleva la etiqueta de “Premio Edgar Martínez”. Pero en los tiempos de Martínez como jugador, las informaciones y la tecnología eran bien diferentes. Hoy en día, el nacido en Nueva York y criado en Dorado, Puerto Rico se ve bien adaptado a los nuevos tiempos y las nuevas formas de elaborar la preparación de los bateadores.

“Es bastante increíble la cantidad de datos disponibles”, dijo Martínez al tocar el tema. “No sólo las informaciones sobre los lanzadores, sino también cómo se usa el video y la tecnología para analizar el swing y los pitcheos. Toda esa información hubiera sido útil cuando yo jugaba. En aquellos años, tenía que depender de lo que veía”.

En particular, algunos de los jugadores que se han beneficiado de las enseñanzas de Martínez y los otros instructores de bateo, Kevin Seitzer y Robert “Bobby” Magallanes, han sido Cal Raleigh, el dominicano Julio Rodríguez, J.P. Crawford y Dominic Canzone.

“Todos son buenos en algo diferente”, dijo Rodríguez acerca del trío de instructores antes mencionado. “Bobby es bien bueno en torno al swing. Seitz y Edgar son muy buenos con la mentalidad (approach) y la experiencia. Y esa dinámica funciona para nosotros, porque siento que todos hemos aprendido a confiar en ellos y en lo que hacen”.

Fuera del T-Mobile Park, la casa de los Marineros, hay dos estatuas: Uno de Ken Griffey Jr. y otro de Martínez, que al igual que Ichiro Suzuki fueron exaltados al Salón de la Fama de Cooperstown con la gorra de Seattle. En 1995, el primer año en que los Marineros clasificaron para los playoffs – con Wilson como su receptor principal — fue Martínez que empujó con un doble a Griffey Jr. en el decisivo Juego 5 de la Serie Divisional en el antiguo King Dome contra los Yankees en entradas extras para brindarle a Seattle su primer avance en unos playoffs. “El Doble”, según se dice, salvó el béisbol en esta ciudad como impulso para la construcción del estado actual del club.

Ahora, Martínez afirma que ve similitudes entre esta edición de los Marineros y la de hace 30 años, que al final fue derrotado en la Serie de Campeonato de la Liga Americana por Cleveland.

“Estamos en esta situación”, comentó Martínez al hacer la comparación. “Es tan similar. Han llegado los recuerdos de 1995. Sólo espero que lleguemos más lejos este año”.