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Conoce el bar de los Azulejos en el fin del mundo

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Conoce el bar de los Azulejos en el fin del mundo

Art by Tom Forget
Art by Tom Forget

No hay caminos de entrada ni salida.

Solo se puede llegar en avión… o en barco, pero solo si la Bahía Frobisher no está congelada (lo cual ocurre durante unos nueve meses del año).

La ciudad más septentrional de Canadá está más cerca de Groenlandia, más próxima al Polo Norte, que de Toronto.

“Se siente como si estuviéramos en la luna”, me dijo por teléfono Valerie Hill, gerente general del The Storehouse Bar and Grill.

Aunque los residentes de Iqaluit tienen un servicio celular irregular, un clima más adecuado para osos polares y casi oscuridad total durante gran parte del invierno, durante estas emocionantes noches de octubre, sí tienen a sus Azulejos campeones del banderín.

Y durante la mejor postemporada del equipo en 32 años, la mayoría se reúne para ver los juegos en el calor del The Storehouse Bar and Grill, uno de los pocos bares en este pueblo sin semáforos.

De hecho, más del dos por ciento de la población de la ciudad se da cita allí.

“En nuestro bar caben 215 personas, y durante los playoffs, tuvimos entre 120 y 180 personas por juego”, dijo Hill. “Es un número enorme si consideras que la población de nuestra comunidad es de solo unas 8,000 personas”.

Screenshot via Google Maps
Screenshot via Google Maps

Durante la mayor parte del año, Iqaluit –la capital y única ciudad del Territorio de Nunavut, en Canadá– es un punto de encuentro para comunidades indígenas del norte. Viajan hacia el sur para vacacionar, comer en un restaurante o simplemente ver gente. Y es muy probable que hagan una parada para tomar algo en The Storehouse Bar, un pub de 22 años adjunto al Frobisher Inn local.

Hill es mohawk, pero cerca del 75% de los residentes de Iqaluit, y prácticamente todas las comunidades del norte, son inuit. La mayoría de la señalización, incluyendo las señales de alto, está en inglés, francés e inuktitut.

“Todos los días conocemos personas en el bar que cazan osos polares, caribúes, comen focas en el desayuno, almuerzo y cena”, contó Hill, quien ha vivido en Iqaluit por dos años.

“Son cazadores de verdad que sobreviven de la tierra. Recogen bayas en verano. Todos tienen un bote. Van a cazar focas, ballenas… los narvales son muy importantes aquí”.

Narvales.

Sí, esas criaturas marinas de los libros infantiles que probablemente pensabas que no existían, sí existen aquí.

“**El unicornio del mar**”, dijo Hill sonriendo.

The front of Storehouse, with English and Inuktitut lettering
The front of Storehouse, with English and Inuktitut lettering

Y en estos días, el bar que usualmente está adornado con pieles de buey almizclero, ahora está decorado con los colores azul y rojo de los Azulejos.

Los clientes llegan en motos de nieve o cuatrimotos para apoyar al equipo que juega a más de 1,400 millas de distancia. O simplemente caminan –Iqaluit se puede recorrer a pie en una hora. Y no hay que preocuparse demasiado por los osos polares: esos depredadores suelen quedarse en la naturaleza, no suelen merodear la ciudad con el resto de los mamíferos terrestres más grandes.

Usualmente.

“Lo único que realmente sobrevive en estas tierras es la gente”, dijo Hill entre risas.

La postemporada 2025 ha sido un tiempo muy especial para Hill, quien creció como una gran fanática del béisbol en las afueras de Toronto.

“Nací en Búfalo, pero cuando era niña nos mudamos a Fort Erie, Ontario”, contó. “Los Azulejos han sido el único equipo que mi familia ha apoyado. Mi papá me entrenaba como jugadora –a veces no me dejaba cenar hasta que lanzara 50 strikes.

“Gané algunos concursos cuando era pequeña y uno de los premios principales fue ir al Skydome. Y esto fue justo después de que ganaron su primera Serie Mundial. Recuerdo ir con mi papá, tomándole la mano, y quedarme en shock total. Estar en el terreno, conocer a Joe Carter y (el puertorriqueño) Roberto Alomar. Son recuerdos que todavía comparto hasta el día de hoy”.

Storehouse Bar GM Valerie Hill sporting her Blue Jays hoodie out on the Iqaluit tundra
Storehouse Bar GM Valerie Hill sporting her Blue Jays hoodie out on the Iqaluit tundra

Hill dice que durante la temporada regular había algunos asistentes viendo los juegos cuando los Azulejos estaban jugando bien, pero que desde que comenzaron los playoffs, todo se ha intensificado.

“Los tenemos en la pantalla grande”, me dijo. “Todos los ojos están puestos en ellos, todo el tiempo”.

Cory Allen, bartender y otro gran fanático de los Azulejos oriundo de Toronto, ha vivido en Nunavut durante 10 años. Vivió y enseñó entre comunidades indígenas aún más al norte, cerca del Círculo Polar Ártico, durante cinco años antes de mudarse a la “gran” ciudad de Iqaluit en 2020.

“Siendo de Toronto, nunca estuve en un lugar tan pequeño pero a la vez tan diverso como esta ciudad”, dijo Allen. “Las experiencias, las personas que conoces. En nuestro bar puedes encontrarte con alguien de cada provincia del país –animando o simplemente compartiendo. Si no conoces a nadie, solo te sientas en la barra del Storehouse y alguien se te acerca a hablar, y ya hiciste un amigo”.

Allen era demasiado joven para recordar los campeonatos de los Azulejos en 1992 y 1993, así que está emocionado de verlos intentar ganar esta vez contra los Dodgers. Ha estado al borde del asiento durante esta postemporada, intentando mantener la concentración entre atender clientes y ver el juego.

“Durante ese último juego, la gente seguía llegando en oleadas para ver”, relató. “Y cuando estábamos viendo el Juego 7 de la SCLA, sentí que el tiempo se detenía mientras atendía la barra. Tenía una fila de personas pidiendo el trago especial del Juego 7 y yo pensando, ‘Esperen, es la parte alta del noveno inning, aguanten tantito’”.

Ambos mencionan a un cliente superfán llamado Jeff, que siempre se aparece, y que “estaba dispuesto a perderse Acción de Gracias con su familia por ver el juego”. Pero también dicen que hay muchos otros que apoyan con todo a Toronto cada noche.

Los clientes beben Molson Dry, una cerveza de una cervecería local llamada NuBrew (sí, incluso una ciudad de 8,000 personas tiene su propia cervecería) y cócteles temáticos de los Azulejos como el “Juego 7”.

“Es muy especial poder ofrecer un espacio seguro para que toda esta gente se reúna con un solo objetivo: alentar a los Azulejos”, dijo Hill. “Es realmente hermoso”.

Storehouse's Game 7 cocktail
Storehouse’s Game 7 cocktail

A medida que la SCLA dio paso a la Serie Mundial, y los Azulejos avanzaron con ella, las multitudes en el Storehouse han crecido.

Durante los breves meses de “verano”, la gente suele ir a buscar almejas, pasar más tiempo cazando y pescando o vivir en cabañas al norte. Pero en otoño –especialmente en este otoño– todo es béisbol.

“Todos tienen muy buena vibra”, destacó Allen. “Se abrazan, se dan la mano, brindan”.

El Juego 1 de la Serie Mundial fue de “solo espacio de pie” en el Storehouse. Lo que comenzó como un juego cerrado terminó en una sorprendente victoria 11-4 de los Azulejos sobre los favoritos Dodgers. Un comienzo tremendo para el Clásico de Otoño si eres fanático de Toronto.

“Primer grand slam en la historia de la Serie Mundial”, me escribió Hill durante el juego. “Fue increíble. Todos gritando al unísono. Fue todo lo que esperábamos”.

“La dinámica es, no quiero decir mágica, pero es muy conmovedora”, dijo Allen. “Es algo que te llena el corazón. Cuando vienes aquí, se siente como estar en la sala de estar de alguien”.

El Juego 2 fue un pequeño tropiezo, con una actuación dominante de Yoshinobu Yamamoto que igualó la serie. Ahora los dos equipos viajan a Los Ángeles para el Juego 3 la noche del lunes.

Sin importar lo que ocurra en el resto de la serie, el bastión de los Azulejos en Iqaluit seguirá firme. Y probablemente seguirá creciendo.

“Seguimos con esperanza”, dijo Hill. “Cuantos más juegos, mejor… La intensidad va aumentando cada día”.

Allí, donde los árboles no sobreviven, donde los zorros árticos corren por las calles, donde el cielo es negro como la tinta y los mapas ya no tienen espacio, el resplandor del televisor seguirá brillando en The Storehouse Bar and Grill. Sintonizado con el equipo de casa del país.

Fuente: MLB.com

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