TORONTO – Poco se compara con la intensidad de un Juego 7 de la Serie Mundial. Pero el sábado en el séptimo choque entre los Dodgers y los Azulejos, hubo algo extra.
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En el cierre de la cuarta entrada, Justin Wrobleski se enfrentaba al venezolano Andrés Giménez. En conteo de 1-2, el zurdo de los Dodgers le hizo un pitcheo pegado al torpedero de los Azulejos, un bateador zurdo, para poner la cuenta en 2-2. Con el siguiente envío, una recta de cuatro costuras de 96.4 millas por hora, Wrobleski le dio un pelotazo en la mano derecha a Giménez.
El infielder de Toronto reaccionó enojado, voceándole a Wrobleski antes de caminar hacia la primera base. Se subieron los ánimos en ese momento, con gritos y movimientos de tinte agresivo. Se vaciaron rápidamente ambos dugouts y ambos bullpens, con intercambios de palabras y un ligero contacto físico en el cuadro interior y en la frontera con los jardines.
Después de unos minutos, se calmó la situación y el siguiente bateador, George Springer, llegó a la caja de bateo. Ante el segundo pitcheo de Wrobleski, Springer disparó un fuerte rodado de 98.8 mph directo hacia el lanzador. La pelota rebotó en el cuerpo del serpentinero y resultó ser un sencillo, el tercer imparable en igual número de turnos de Springer hasta ese momento.
Fuente: MLB.com
