FILADELFIA — Harrison Bader ha sido una chispa tanto dentro como fuera del terreno desde que llegó a Filadelfia hace un poco más de dos meses.

Ahora su situación para el resto de la Serie Divisional de la Liga Nacional repentinamente está en duda luego de que Bader abandonó la derrota de los Filis contra los Dodgers en el Juego 1 el sábado debido a rigidez en una corva — aunque el club de Filadelfia recibió buenas noticias de cara al Juego 2 el lunes.

El dirigente de los Filis, Rob Thomson, informó el domingo que las pruebas realizadas “no revelaron ni un tirón ni un desgarre”, Bader se someterá a más tratamientos el domingo, pero está por verse si estará disponible — en cualquier capacidad — para el Juego 2.

“Tendremos más información mañana”, agregó Thomson. “Pero creo que después del partido estiró, se movió un poco y pienso que se sintió mejor después de eso. Sabremos pronto si podrá estar disponible para ser titular o como emergente”.

Bader sintió la molestia inicialmente mientras corría de la primera a la segunda base en un sencillo de Bryson Scott en el cierre del quinto episodio. Anteriormente había empujado una carrera con un elevado de sacrificio y realizó una brillante atrapada para robarle un hit al cubano Andy Pagés en el inicio del quinto inning.

“Se sintió un poco extraño. La verdad no sé cómo surgió”, declaró Bader. “Corrí a toda velocidad para hacer una atrapada en el bosque central y obviamente me sentí bien todo el día dando swing y todo eso — pude dar swings intensos antes de eso. Entonces creo que se trata de cosas inexplicables, desafortunadamente”.

Bader, quien llegó a los Filis desde los Mellizos el 31 de julio, tuvo una línea ofensiva de .305/.361/.463 en 50 encuentros con Filadelfia en la recta final. Con su buen desempeño se ganó el puesto de jardinero central, una posición que el equipo buscaba estabilizar por varios motivos.