TORONTO – “Es nuestro líder”.

Esa cita es del infielder venezolano de los Azulejos, Andrés Giménez, durante esta Serie Mundial. Y se trata del dominicano Vladimir Guerrero Jr., la mayor estrella al bate de los Azulejos en esta postemporada. Con el Clásico de Otoño empatado 3-3 y el decisivo Juego 7 programado para el sábado en el Rogers Centre, el primera base de Toronto se perfila como una de las grandes esperanzas del equipo canadiense para el séptimo partido de vida o muerte.

• Sección Especial: Serie Mundial 2025

Bateando .412/.506/.824 (OPS de 1.330) con ocho jonrones y 15 empujadas en la presente postemporada – y estando a un solo hit del récord para una sola época de playoffs/Serie Mundial con 28 — Guerrero ha puesto números que hablan por sí mismos. Pero hay algo más. El nacido en Canadá y criado en la República Dominicana se ha convertido en esa clase de líder de los Azulejos, organización a la que pertenece desde el 2015. Ahora, a sus 26 años y rindiendo en esta postemporada tras firmar en abril su extensión de 15 años y US$500 millones, Guerrero hace que la gente que lo rodea se dé cuenta de esa cualidad relativamente nueva.

“Creo que lo más importante es el crecimiento, en su vida”, comentó su compañero de equipo desde hace muchos años, tanto en liga menor como en Grandes Ligas, Bo Bichette. “Tiene más edad y está más consciente”.

En la víspera de la trayectoria de los Azulejos en esta postemporada, el primer jugador del equipo en subirse al podio para hablar con los medios fue nada más y nada menos que Guerrero. En ese momento, habló de los ajustes que había hecho al bate como preparación para los playoffs. De ahí en adelante, el toletero se ha parecido a la versión de Vlad Jr. que disparó 48 cuadrangulares con OPS de 1.002 en el 2021.

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“La única diferencia que veo de él es que ahora entiende que tiene que ser el líder de ese grupo”, comentó el jardinero dominicano de los Dodgers, Teóscar Hernández, quien jugó en los Azulejos con él del 2019 – cuando subió Guerrero a Grandes Ligas por vez primera – al 2022. “Tiene que hacer las cosas (sabiendo) que la gente lo va a seguir.

“Cuando estábamos (en Toronto), siempre le decía que era la cara de la organización y que tenía que ser el líder del grupo”.

Claro, esa transformación no lució fácil. Los Azulejos tuvieron algunos momentos positivos como equipo entre el 2020 y el 2023, clasificando para los playoffs en tres de esas cuatro campañas. Pero perdieron cada uno de los seis partidos de sus Series del Comodín, con Guerrero bateando apenas .136 en ese trecho de postemporada.

Ahora, ha sido todo lo contrario.

“Cuando yo estaba aquí, los jugadores no entendían cuál era su rol”, expresó Hernández. “Creo que los jugadores que tienen ahora saben lo que tienen que hacer y no están pensando en otra cosa que no sea las cosas que tienen que hacer para ayudar al equipo a ganar”.

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Para Guerrero y los Azulejos como equipo, el 2025 ha sido toda una revelación. Sin muchas expectativas de cara a esta temporada tras tener marca de 74-88 el año pasado como sotanero del Este de la Liga Americana, Toronto se apoderó de la división durante la primera semana de julio y nunca dejó la cima. Ganó sus primeras series de playoffs desde el 2016 (la Serie Divisional vs. los Yankees y luego la Serie de Campeonato vs. los Marineros) y alcanzaron su primera Serie Mundial desde 1993. Ahora, los Azulejos buscan una victoria más para traer de regreso a Canadá la corona por primera vez en 32 años.

Sería la culminación para Guerrero y Bichette – un agente libre inminente – de un proyecto que empezó hace una década con ambos como piedras angulares de la franquicia en el terreno de juego.

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“Tiene más edad y es más maduro”, dijo Bichette acerca de Guererro y el papel que ha asumido en los Azulejos. “Pero creo que se requiere de alguien que desee mejorar como líder para que se vea ese crecimiento. Sin duda, ha sido así”.

Opina Hernández que el éxito colectivo del 2025 ha incidido mucho en dicho crecimiento.

“Creo que ésa fue la clave para que él pasara de ser un jugador normal, como era antes, a enorgullecerse por la posición de líder de ese grupo”.