LOS ÁNGELES — Durante los últimos tres partidos del Clásico de Otoño, cada relevista de los Dodgers ha llevado el Nro. 51 bordado en su gorra justo debajo del logo de la Serie Mundial.

Es una manera discreta de mantener al zurdo Alex Vesia — quien viste dicho número — con ellos, incluso cuando no puede estar presente físicamente.

Ahora que la serie se traslada otra vez a Toronto, Vesia sigue ausente mientras resuelve un asunto familiar junto a su esposa. El conjunto de Los Ángeles no ha dado más detalles desde que Vesia se tuvo que apartarse antes del Juego 1, pero no se espera que se reintegre durante la Serie Mundial.

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“Desde que estábamos en Toronto todavía”, explicó Evan Phillips, “tratamos de encontrar varias maneras de demostrar nuestro amor y apoyo por él y su familia … Simplemente reconocer que verdaderamente lo extrañamos, y el béisbol es algo completamente secundario a lo que está pasando”.

En una situación más importante que la pelota, Vesia está donde debe. Luego de dar la cara varias veces por el bullpen esta campaña, sus compañeros en el grupo de relevistas buscan hacer lo mismo en el próximo o próximos juegos, con su número bordado en sus gorras como un tributo.

La ausencia de Vesia se ha notado en varios aspectos durante la serie al mejor de siete contra los Azulejos. Jack Dreyer no cuenta con su compañero de tiros, un ritual de toda la temporada que refuerza su unión. Los Dodgers no tienen a su apagafuegos, y algunas pequeñas desventajas han resultado en contundentes derrotas. Pero al final, extrañan más a la persona que al pitcher.

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“Es el mismo muchacho todos los días, sin importar su desempeño ni el del equipo ni cuál es el día de la semana”, declaró Dreyer. “Siempre es el mismo muchacho con la energía. Eso es algo que no se mide en las estadísticas, pero aporta bastante al equipo. Definitivamente lo extrañamos, pero simplemente espero que él y Kayla estén bien”.

El grupo de relevistas demostró su mejor nivel en la primera noche que vistieron las gorras reconociendo a Vesia.

El épico maratón que fue el Juego 3, el bullpen de Los Ángeles controló a Toronto a apenas una carrera a lo largo de 13.1 innings, empleando cada uno de los nueve brazos en un triunfo poco visto por parte de un grupo desequilibrado, que ha sobresalido este año más por sus fracasos que por sus éxitos.

Todo con el Nro. 51 de Vesia en sus gorras.

“Es una gran pieza del bullpen”, reconoció Emmet Sheehan. “Es un líder. Me ha ayudado bastante, simplemente el acoplarme a ese rol. El no tenerlo aquí es difícil. Lo hicimos porque estamos pensando en él. Y eso fue por él”.

“Soy el nuevo en el bullpen”, agregó Kershaw, quien consiguió un out clave en la 12da entrada el lunes en su última presentación en el Dodger Stadium. “Pero ‘Ves’ significa mucho para nosotros. Es una gran parte de este equipo y del bullpen. Simplemente queríamos hacer algo para rendirle homenaje”.

Aunque Vesia hubiera estado presente, el bullpen de los Dodgers para el Clásico de Otoño estaba bien lejos de parecerse al potente grupo que armaron para su intento de revalidar el título. Los grandes refuerzos del invierno — Tanner Scott y Kirby Yates — no integran el roster. Tampoco están Phillips, el venezolano Brusdar Graterol, Michael Kopech y Brock Stewart, este último era el único relevista que habían agregado en la Fecha Límite de Cambios.

Del bajo nivel hasta las lesiones, el bullpen ha estado en el centro de las varias adversidades de los Dodgers esta temporada. Sin embargo, los brazos de relevo se han apoyado uno al otro.

“Como miembros del bullpen, la verdad nos consideramos como una familia”, indicó Dreyer. “Si alguien en el grupo pasa por un mal momento, lo alentaremos dentro y fuera del terreno”.