El relevista de los Dodgers, Will Klein, vivió la que tuvo que haber sido la mejor noche de su vida profesional en el Juego 3 de la Serie Mundial el lunes. De alguna manera, su noche mejoró aún más después de que terminó el partido.

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Klein, el noveno lanzador que salió del bullpen de Los Ángeles durante el juego, fue el héroe anónimo en la victoria de 18 innings de los Dodgers sobre los Azulejos. Mantuvo a Toronto en blanco durante las cuatro entradas finales del encuentro, permitiendo solo un hit. Fue la presentación más larga de su carrera de dos años, y sus 72 lanzamientos fueron la mayor cantidad que había tirado en cualquier juego desde sus días en la Universidad de Eastern Illinois.

Clayton Kershaw describió acertadamente la actuación de Klein como una que estuvo “por encima y más allá” de todas las expectativas. Es por eso que otra leyenda zurda de los Dodgers quiso felicitar personalmente a Klein después del juego.

Según informó Jeff Passan de ESPN, Klein fue recibido en el clubhouse de los Dodgers nada menos que por Sandy Koufax. El miembro del Salón de la Fama, de 89 años, que se quedó durante todo el encuentro de 6 horas y 39 minutos, se acercó al joven de 25 años, le tendió la mano y le dijo: “Buen trabajo”.

¿Cuántos lanzadores pueden decir que se llevaron la victoria en uno de los mejores juegos de Serie Mundial jamás jugados y recibieron un cumplido de una de los más grandes pitchers de todos los tiempos en la misma noche?

Will Klein puede.