NUEVA YORK — Así es como lucen las cosas cuando un plan se concreta, y todo comienza desde arriba.

Los Azulejos avanzan a la Serie de Campeonato de la Liga Americana por primera vez desde el 2016, dejando atrás finalmente todos los intentos por despegar fallidos. La reconstrucción tras aquellas campañas del 2015 y 2016 no ha sido lineal ni siempre sencilla, pero por fin estamos viendo el roster —y el estilo de béisbol— que la directiva de Toronto viene persiguiendo.

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Se necesita prueba y error. Se necesita buen momento. No vamos a fingir que no hace falta un poco de suerte también, pero finalmente, los astros se han alineado para una temporada en la que parece que todo ha salido bien. Qué respiro después del 2024, esa temporada de 74 victorias que nunca pareció tener rumbo. Esta remontada no era evidente, ni siquiera en los primeros días del 2025, pero ya está aquí. Tras todas las críticas que han recibido la directiva y el gerente general Ross Atkins a lo largo de los años, es momento de reconocer sus aciertos.

«Un trabajo excelente de parte de nuestra gerencia al adquirir jugadores que ya tienen mucha experiencia en las grandes ligas y jugadores que nos han estado ayudando mucho», dijo Vladimir Guerrero Jr. . «Un gran trabajo de la gerencia».

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Incluso algunos fallos percibidos han resultado aciertos. ¿Recuerdas cuando los Azulejos adquirieron a Myles Straw para obtener un poco más de dinero en el bono internacional, pero perdieron a Roki Sasaki, quien fue a los Dodgers? En ese momento parecía un completo desastre, pero Straw jugó en 137 partidos para Toronto y ha sido destacado por numerosos compañeros como una pieza clave en el clubhouse.

Así lo lograron los Azulejos.

Swings grandes y acertados

A pesar de todo el dinero que están gastando los Azulejos —y es mucho—, no han fallado ni se han quedado atrapados con un contrato tipo «albatros». Eso es más inusual de lo que uno cree, incluso si algunos acuerdos, como el contrato de seis años y US$150 millones de George Springer, han tardado en demostrar realmente su valor en la postemporada.

Kevin Gausman, el puertorriqueño José Berríos y Chris Bassitt también han sido inversiones muy bien hechas en la rotación. Y aunque los contratos de rango medio tienen más margen de error, el gasto de alto nivel de Toronto ha tenido un gran porcentaje de aciertos. El mayor swing de todos, por supuesto, es Guerrero.

Imaginen si los Azulejos no hubieran otorgado una extensión de contrato a Guerrero en abril. Imaginen que ese tema aún estuviera flotando sobre este equipo. Es válido preguntarse si siquiera estarían aquí ahora, siendo el equipo más temido de la Liga Americana, con Vladdy completamente encendido. Si Toronto gana la Serie Mundial, el contrato de US$500 millones de Guerrero ya se habrá pagado solo.

Los pequeños toques de genialidad

Hace dos primaveras, Ernie Clement fue dejado libre por los Atléticos a mediados de marzo y firmó un contrato de liga menor con los Azulejos. Parecía un acuerdo cualquiera, como tantos otros en las Ligas Menores. Dos años después, aquí está Clement, bateando de 14-9 en la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Yankees, siendo uno de los jugadores más importantes de este roster y querido por todos los que se le acercan a menos de 500 pies.

Miren a Braydon Fisher. Cuando los Azulejos lo adquirieron de los Dodgers por Cavan Biggio hace un año y medio, francamente, casi no fue noticia: un jugador sin proyección a cambio de uno que acababa de ser designado para asignación. En el Juego 4, Fisher ponchó a Aaron Judge en el escenario más grande de su carrera.

Eric Lauer, quien terminó el año pasado lanzando en Corea, se ha convertido en uno de los pitchers más valiosos de este equipo.

Cuando una organización puede gastar en superestrellas como Vladdy, pero aún así encontrar joyas escondidas en el otro extremo del mercado, es cuando ocurre la magia.

La pieza que faltaba

Brindemos todos por el departamento de desarrollo de jugadores de los Azulejos.

Ese grupo, liderado por Joe Sclafani, ha ayudado al roster del equipo grande tanto directa como indirectamente con un año excelente, especialmente en el área de pitcheo. No olvidemos que Louis Varland, el dominicano Seranthony Domínguez y Shane Bieber fueron adquiridos a cambio de prospectos top 10 de la organización, cada uno de ellos un lanzador en plena temporada de despegue.

Sin embargo, el protagonista es Trey Yesavage, un sueño hecho realidad en términos de desarrollo, después de ascender por todos los niveles del sistema en 2025. Poco a poco, su oportunidad de debutar en Grandes Ligas pasó de imposible, a un sueño lejano, a… tal vez esto sí pueda pasar.

Los Azulejos gestionaron perfectamente a su prospecto número 1, llevándolo hasta 98 entradas en las Ligas Menores con una combinación de aperturas y, eventualmente, apariciones como relevista. ¿El resultado final? Un debut histórico en postemporada, y se siente como si la sensación novata apenas estuviera comenzando.