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Tigres valoran el empate en la serie pese a la oportunidad perdida en el J2

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Tigres valoran el empate en la serie pese a la oportunidad perdida en el J2

SEATTLE — Los Tigres regresan a casa por primera vez en dos semanas en una posición que habrían firmado antes de iniciar esta Serie Divisional de la Liga Americana, y más aún al haber salido de Detroit con seis juegos restantes en la temporada regular.

Una serie divisional empatada a un juego por bando antes de disputar dos compromisos en un Comerica Park que promete estar encendido. Como ha dicho el mánager A.J. Hinch durante semanas: “Apúntame”.

“Creo que hicimos nuestro trabajo. Ahora tenemos la ventaja de localía”, dijo Tarik Skubal tras la derrota del domingo 3-2 en el Juego 2 en el T-Mobile Park. “Obviamente quieres ganar todos los juegos, pero eso no es realista”.

Y aun así, al despedirse del T-Mobile Park, al menos por ahora, los Tigres se marcharon con una clara sensación de oportunidad perdida.

Tenían a Skubal en la loma con la oportunidad de tomar control absoluto de la serie. Su ofensiva mostraba señales de vida tras un bajón en Cleveland. Y después de que Spencer Torkelson conectó una línea dentro de la raya del jardín derecho para un doble productor de dos carreras en el octavo inning, el juego se igualó, neutralizando el esfuerzo de dos jonrones de Jorge Polanco ante el vigente ganador del Cy Young de la Liga Americana.

Pero tan rápido como los Tigres tomaron el impulso, los Marineros lo recuperaron con dobletes consecutivos de Cal Raleigh y el dominicano Julio Rodríguez ante Kyle Finnegan, enviando a Detroit de regreso a casa con la serie empatada.

“Estuvimos en el juego hoy; me habría encantado ganar ese”, dijo Finnegan. “Pero estamos jugando buen béisbol. Han sido dos grandes juegos, muy parejos. Regresamos con la serie 1-1, con nuestros fanáticos apoyándonos. Duele un poco. Pensé que si podía mantener el empate, quizá habría algo de magia al final. Pero 1-1, pudo haber sido peor”.

Skubal, enfrentando al único equipo que lo venció dos veces en la temporada regular, permitió sólo cinco hits en siete innings, con una base por bolas y nueve ponches. Pero dos de esos hits fueron jonrones solitarios de Polanco, reforzando su reputación de poder ante lanzadores zurdos. Desde el 25 de agosto de 2021, cuando Paul Goldschmidt lo hizo con los Cardenales, ningún bateador le había conectado dos jonrones a Skubal en un mismo juego.

Un slider en cuenta de 2-0 en el cuarto inning y una recta de 99.1 mph en cuenta llena en el sexto marcaron la diferencia para Skubal hasta que Detroit reaccionó.

“Parecía que me veía muy bien la bola esta noche”, dijo Skubal, cuyos 43 ponches están empatados con los de Mike Mussina como la segunda mayor cifra en las primeras cinco aperturas de postemporada de un lanzador, sólo detrás de los 47 de Bob Gibson. “Hizo buenos swings a lanzamientos bajos que normalmente me dan resultados positivos. Así es este juego. Dos buenos swings, y así me hicieron daño hoy. Fuera de eso, pensé que [el receptor Dillon Dingler] hizo un gran trabajo, mis pitcheos estuvieron muy bien y mi ejecución fue buena. Simplemente, cosas del béisbol”.

Una base por bolas de Matt Brash, un error del inicialista Josh Naylor y un swing de Torkelson revirtieron el marcador con una línea apenas dentro de la raya.

Skubal le dio a Hinch la apertura profunda que necesitaba. Cuando los Tigres empataron, el mánager tuvo que decidir entre sus relevistas, casi todos utilizados durante los siete innings de relevo del triunfo del sábado en 11 capítulos.

Finnegan era el más cargado de trabajo, habiendo lanzado en tres de los últimos cuatro días. También se había enfrentado al mismo sector del orden de Seattle en el Juego 1. Pero seguía siendo el más confiable.

“Finnegan iba a lanzar con el juego empatado o con ventaja”, explicó Hinch. “Si íbamos perdiendo, tenía listo a Tommy [Kahnle]. Pero al enfrentar la parte alta del orden, íbamos a atacarlos con lo mejor que tenemos”.

Finnegan recurrió a su splitter, con el que ponchó a Randy Arozarena en una secuencia de cinco lanzamientos. Pero Raleigh y Rodríguez cazaron ese mismo pitcheo para darle la vuelta al juego.

“Me sentía bien físicamente, sólo enfrenté a un par de muy buenos bateadores”, externó Finnegan. “Raleigh atacó el primer lanzamiento. Fue un buen pitcheo, no excelente, y contra grandes bateadores hay que ser perfecto. Luego pasó lo mismo con Rodríguez: me puse abajo 1-0, traté de buscar un rodado con el splitter, pero quedó lo suficientemente alto para que lo conectara por la raya”.

“Sentí que pude limitar el daño, saqué outs importantes y nos mantuve en el juego. Pero no pude hacer mi trabajo esta noche, especialmente después de que logramos empatar y tomar impulso. Tenía que entrar y colgar un cero”.

Fue un cierre amargo para un largo viaje que parecía no terminar nunca. Pero mientras Skubal ya pensaba en disfrutar unos tacos de su lugar favorito en su antigua ciudad universitaria, también miraba hacia adelante, ansioso por volver a Detroit y experimentar la misma atmósfera que él y los Tigres sintieron en Seattle y Cleveland durante la última semana.

“Ahora volvemos a casa y jugamos frente a los mejores fanáticos del béisbol”, dijo Skubal. “La serie está 1-1. No es que estemos satisfechos con eso, pero prefiero pensar en positivo, ver el vaso medio lleno. Conseguimos algo importante al venir aquí y llevarnos un juego”.

Fuente: MLB.com

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