FILADELFIA — Matt Strahm no lo podía creer.

Negó con la cabeza mientras Teóscar Hernández recorría las bases en el séptimo inning la noche del sábado en el Citizens Bank Park. Minutos después, gritó dentro de su guante.

Strahm estuvo a punto de salir de un tremendo lío en la derrota 5-3 de los Filis ante los Dodgers en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional. David Robertson había permitido que los dos primeros bateadores se embasaran en el séptimo, pero Strahm ponchó sin tirarle a Shohei Ohtani con una recta y dominó a Mookie Betts con un elevado dentro del cuadro.

Sólo le faltaba retirar a Hernández.

El receptor de los Filis, J.T. Realmuto, pidió una recta adentro en conteo de 1-0. Strahm lanzó al otro lado del plato, y Hernández le hizo buen contacto. Mandó la bola hacia el jardín derecho-central con un impresionante vuelacercas de tres carreras que le dio la ventaja a los Dodgers por dos rayitas. Por un instante pareció que el patrullero central Harrison Bader podría capturarla, pero la bola siguió viajando hasta caer en las gradas.

La actuación heroica de Hernández dejó a los Filis abajo 0-1 en la serie al mejor de cinco.

Fue un golpe devastador para un equipo de Filadelfia que tiene la Serie Mundial como objetivo claro. Esa urgencia se notó en los innings finales. Edmundo Sosa emergió como bateador emergente por Brandon Marsh con las bases llenas y dos outs en el octavo episodio. Para ese momento, los Filis ya habían perdido a Bader por una distensión en la corva izquierda, lo que obligó a Max Kepler a cubrir el jardín central en el noveno.

Pero los Filis sabían que debían arriesgar frente al zurdo de los Dodgers, Alex Vesia. Necesitaban ganar este juego.

Sosa elevó al central para cerrar la entrada.Top of Form