SEATTLE — La ovación durante la presentación de los jugadores resonó con un nivel de ruido lo suficientemente fuerte como para sonar como un juego de temporada regular, o quizás más. Sin embargo, esto era un partido de práctica de escuadras divididas, a mitad de semana y a media tarde, con aproximadamente 5,000 aficionados, una atmósfera mucho más parecida a la que se encuentra en los Entrenamientos de Primavera.

¿Y esas elevadas ondas de sonido? Es el Efecto Ichiro, amigos.

El ícono de los Marineros y miembro del Salón de la Fama participó en el juego simulado del miércoles, que sirvió como preparación para Seattle antes de la Serie Divisional de la Liga Americana. Ichiro Suzuki se uniformó con el equipo “local” para el encuentro de seis entradas en el T-Mobile Park. Y sí, disputó el juego completo.

Ichiro — en el 21er aniversario de la noche en que rompió el récord de hits en una sola temporada — se puso el uniforme blanco de los Marineros, además de sus zapatos especiales de color neón que brillaron aún más bajo el cielo soleado del otoño, luego de que el techo se abriera a la mitad del partido. Sin embargo, no tomó ningún turno, lo cual fue intencional para asignar esas repeticiones a los jugadores que realmente las necesitan de cara al Juego 1 del sábado, contra el ganador de la Serie del Comodín entre los Guardianes y los Tigres.

Y los aficionados que pagaron US$10 por boleto para entrar — cuyos ingresos benefician a la Fundación Mariners Care — sintieron que valió la pena cuando Ichiro capturó un elevado de Mitch Garver en el tercer acto. Tras la jugada, cruzó sus muñecas para imitar el gesto de “Zona de Exclusión Aérea” de Julio Rodríguez.

Es el mismo que fue el eje de un comercial de los Marineros — o un corto digital, como han sido denominados — filmado antes de la temporada del 2024, el cual destacó el vínculo entre el rostro del pasado de Seattle y el del presente y futuro.

Los Marineros alinearon a sus escuadras divididas el miércoles para permitir que Rodríguez e Ichiro jugaran en el mismo equipo, justo uno al lado del otro en los jardines. Su vínculo ha sido bien documentado desde hace más de cinco años – cuando Rodríguez era un cotizado prospecto – y sigue siendo tan fuerte como siempre.

Dicho esto, ¿intentaría Rodríguez decirle a Ichiro que se haga a un lado si hay un elevado entre los dos? Y si llegara el momento, ¿respetaría a su mayor?

“Bueno, él sabe que yo soy el jardinero central”, dijo Rodríguez, provocando una carcajada. “No creo que la edad importe mucho entre esas líneas. Pero igual voy a dejar que él atrape uno, probablemente”.

El momento que definió a Ichiro en el 2025 fue, obviamente, su elección al Salón de la Fama en enero y su exaltación en Cooperstown en julio. Sin embargo, fue el discurso que pronunció durante su celebración en Seattle en agosto, cuando su número 51 también fue retirado, lo que aún resuena.

En ese sábado soleado, en medio de su discurso ante una multitud a capacidad, Ichiro hizo una señal directa a la cueva en un momento y los instó a “aprovechar el momento” de esta carrera de postemporada, un eslogan que se ha convertido en el centro de la campaña de mercadeo de postemporada del club. Esa frase se mostró en el jumbotron durante todo el juego de práctica del miércoles y será una parte central de la postemporada de los Marineros.

“Siento que todos lo tomamos muy en serio debido a la persona de la que vino”, aseguró Rodríguez. “Él ha estado aquí. Ha hecho eso. Fue parte de ese equipo legendario que tuvimos en el 2001, y está transmitiéndonos esa gran experiencia acumulada. Es como si nos estuviera diciendo, ‘Es su hora, salgan y aprovechen esto.’ Siento que por eso yo y muchos de los muchachos nos lo tomamos en serio, por la persona de la que vino”.

A un nivel más amplio, la presencia de Ichiro el miércoles fue el esfuerzo más reciente por apoyar al club actual, ayudando en todo lo que pueda.

“Todavía estoy tratando de compartir con ellos,” dijo Ichiro a principios de este verano. “Yo lanzo, corro, bateo. Bateo rollings. Así que espero poder mostrarles que incluso a esta edad, aún se puede jugar a este deporte.”

Llamar a Ichiro “coach” no sería del todo preciso, porque mantiene una distancia respetuosa para permitir que los jugadores de hoy operen bajo sus propios términos. E incluso si no hacen las cosas a su manera — se caracterizaba por una rigurosa atención al detalle y la búsqueda de la perfección — él sigue ahí para ofrecer la sabiduría obtenida de 19 temporadas en MLB y otras nueve en la NPB.

“No estoy aquí porque quería decirles cosas o compartir con ellos lo que sé,” aclaró Suzuki. “Estoy aquí para que cualquiera tenga la oportunidad de preguntarme si puedo ser de alguna ayuda para cualquier otro jugador. Por eso estoy aquí. No estoy aquí para decirle a nadie lo que tiene que hacer. Solo estoy aquí para que, si hay alguna forma en que pueda ser de ayuda para estos chicos, esa es la razón de mi presencia”.