NUEVA YORK – La noche del martes, la inquietud que Carlos Narváez sintió hace un año finalmente desaparecerá, marcando la culminación perfecta de una temporada surrealista en la que pasó de ser un candidato a receptor suplente de los Medias Rojas en los Entrenamientos Primaverales a convertirse en una pieza clave del equipo y un pilar detrás del plato al entrar a la postemporada.

En el Juego 1 de esta Serie del Comodín de la Liga Americana en el Yankee Stadium, Narváez, un novato de 26 años, disputará su primer partido de postemporada en Grandes Ligas.

¿La inquietud? Vino durante la Serie Mundial del año pasado, cuando el careta venezolano estaba en el dugout de los Yankees como parte del grupo de respaldo (taxi squad) del equipo.

Después de pasar la mayor parte de nueve temporadas en el sistema de ligas menores de los Yankees, Narváez tuvo una breve presentación de seis encuentros con Nueva York en el 2024. Dejó una buena impresión y fue incluido en el grupo de jugadores listos para entrar en caso de emergencia durante los playoffs.

Ahí estuvo, con asiento de primera fila en la cueva durante la Serie Mundial que los Yankees perdieron ante los Dodgers en cinco juegos… pero al mismo tiempo, sin ser realmente parte activa.

“Me picaban los pies”, dijo Narváez. “Quería jugar. Pero todo lo que ha pasado ha sido por una razón. Incluso cuando no jugaba, creo que eso me preparó para estar en esta posición ahora”.

No es común que los Medias Rojas y los Yankees, rivales de toda la vida, realicen un cambio entre ellos. Pero después de que Boston enviara a los Medias Blancas a su principal prospecto de la receptoría, Kyle Teel, como parte del paquete para adquirir al as Garrett Crochet en diciembre pasado, el jefe de operaciones de béisbol, Craig Breslow, hizo un canje menos llamativo ese mismo día: Envió al lanzador puertorriqueño de ligas menores Elmer Rodríguez Cruz a Nueva York a cambio de Narváez.

Los Medias Rojas, que no tenían la misma profundidad en la receptoría que los Yankees, le dieron a Narváez una oportunidad inmediata de impactar durante los Entrenamientos, y él se ganó un puesto como suplente de Connor Wong.

Cuando Wong sufrió una fractura en el dedo meñique izquierdo el 7 de abril, Narváez prometió hacer todo lo posible por mantener la posición mientras su compañero se recuperaba.

Y vaya que aprovechó la oportunidad: Narváez terminó reemplazando a Wong como receptor titular del equipo.

En la métrica Valor de las Carreras de Fildeo, Narváez empató en el tercer lugar entre los receptores de las Mayores esta temporada (12). Su registro de +6 en Bloqueos por Encima del Promedio lo colocó en el séptimo lugar. Además, fue segundo con +9 en Outs en Intentos de Robo por Encima del Promedio. Y su contribución de +5 en carreras salvadas con el arte de cuadrar pitcheos lo empató en el octavo lugar. Estuvo en el percentil 87 o más alto en las cuatro métricas defensivas clave.

“Me siento muy orgulloso de eso”, aseguró Narváez. “Fue mucho trabajo en la temporada muerta. Pero tener esta oportunidad de regresar a la postemporada con Boston y comenzarla aquí en Nueva York… es una locura cómo funciona el béisbol”.

Durante su paso por los Yankees, Narváez dejó una impresión duradera en el jugador más influyente del equipo.

“Narvy es un trabajador incansable, un gran compañero, uno de los mejores que hemos tenido aquí”, elogió Aaron Judge en junio. “Me entristeció verlo partir, pero me alegró la oportunidad que está teniendo. Todos lo querían. Superó en esfuerzo a todos en este clubhouse. Entonces, no me sorprende que esté teniendo el éxito que tiene este año”.

Aunque su fuerte siempre ha sido la defensa, Narváez demostró esta temporada que también puede batear en Grandes Ligas.

En 118 partidos (446 visitas al plato), Narváez conectó 27 dobles y 15 jonrones, terminando la temporada con un respetable OPS de .726.

Como muchos receptores, sus números ofensivos bajaron al final de la campaña debido al desgaste, pero el bateador derecho se siente renovado otra vez tras dar varios batazos clave en la última semana que ayudaron a los Medias Rojas a asegurar su pase a octubre.

“Siempre sabía que tenía buen bateo, pero claro, tenía que demostrarlo”, precisó Narváez.

El mánager de los Medias Rojas, el puertorriqueño Alex Cora, se convirtió rápidamente en creyente. Incluso dijo antes de la lesión de Wong que Narváez iba a tener tiempo de juego significativo.

“Lo que ha hecho a lo largo de la temporada ha sido impactante”, externó Cora.

Cora también señaló que los Yankees merecen crédito por el tipo de jugador en que Narváez se ha convertido.

“Defensivamente es muy bueno. Lo que hacen aquí en Nueva York con los receptores es algo que todos saben”, destacó Cora. “Son excelentes en eso. Han tenido muy buenos receptores defensivos durante los años, y Carlos es producto de ese sistema. Simplemente tenían tantos que tuvieron que cambiar a alguien, y fue a él”.