La primera experiencia de Jen Pawol como umpire fue a principios de la década de los 90, cuando una amiga le preguntó si quería trabajar un partido de sóftbol con ella.
Pawol, una exestrella de sóftbol de la Universidad de Hofstra y tres veces All-Star de la Conferencia como receptora, aceptó.
Unos 30 años después, Pawol hizo historia en las Grandes Ligas el sábado, cuando se convirtió en la primera mujer en trabajar como árbitro en un juego de temporada regular, saltando al terreno para el primer partido de una doble cartelera entre los Marlins y los Bravos en el Truist Park. Fue umpire de primera base en el juego inicial de la doble jornada, y luego estuvo en la antesala en el segundo desafío.
El sábado fue un día muy especial para Pawol y para el béisbol, pero el domingo también fue significativo: en el último duelo de la serie entre Miami y Atlanta, Pawol fue la encargada de cantar bolas y strikes detrás del plato. La primera acción de Pawol en el día fue un strike cantado a un lanzamiento del zurdo de los Bravos Joey Wentz al primer bate de los Marlins, Xavier Edwards. Su primer ponche cantado se dio con un envío de Wentz en cuenta de 1-2 contra Kyle Stowers para finalizar la parte alta del quinto inning en la victoria de los Bravos por 7-1.
Pawol fue llamada desde Triple-A para la serie entre los Marlins y los Bravos debido a la doble cartelera del sábado. Es algo habitual que un quinto árbitro sea añadido para una serie con una doble cartelera, ya que el árbitro del home se salta el otro encuentro de la doble jornada.
Entre los dos juegos del sábado, Pawol habló sobre lo que se siente al abrir el camino para las mujeres árbitros y el arduo trabajo que le tomó llegar a las Grandes Ligas.
“Sencillamente increíble”, dijo. “El sueño se hizo realidad hoy, y todavía lo estoy viviendo. Y estoy tan agradecida con mi familia, con Major League Baseball por crear un ambiente de trabajo tan asombroso. A todos los umpires con los que he trabajado… es una camaradería increíble. Nos divertimos. Trabajamos duro, pero nos divertimos. Estaba muy agradecida.”
Pawol está acostumbrada a ser una pionera en el mundo del arbitraje: fue la primera mujer en ser árbitro en una final de Triple-A en el 2023, y la primera en 34 años en trabajar en un juego de Triple-A a principios de esa misma temporada. También fue la primera mujer en 17 años en ser árbitro en un partido de Entrenamientos Primaverales en el 2024.
Aun así, esto fue algo distinto. Esto fue alcanzar la cúspide del arbitraje y ser la primera mujer en lograrlo. Y el domingo fue algo diferente nuevamente cuando se puso una careta y tomó su lugar detrás del home en un juego de las Mayores.
Dadas todas las experiencias por las que ha pasado Pawol y la culminación de un recorrido de más de tres décadas, no solo ha manejado el gran foco de atención de las Grandes Ligas con aplomo, sino que también está haciendo crecer su legado cada vez que salta al terreno.
“Es un camino largo”, siguió Pawol. “No es un camino que se recorre de la noche a la mañana, y no es un solo ascenso. Hay muchísimas, muchísimas cosas que uno hace. Esto y después aquello. Y después esto y después aquello. Y creo que muchas personas se rinden a lo largo de ese camino. Así que, sólo continúen, hagan amigos, diviértanse y denle una oportunidad”.
Pawol ha ganado muchos amigos y muchos admiradores a lo largo de esta travesía. Y de cierta forma, apenas está comenzando un emocionante — e innovador — nuevo capítulo.
Fuente: MLB.COM