BALTIMORE — El resultado final fue familiar: siete entradas, una carrera permitida y una victoria.

Fue otro día de rutina en la oficina la tarde del domingo para Trevor Rogers, quien continuó con una de las mejores rachas para un lanzador en la historia de los Orioles y se mantuvo como uno de los serpentineros del momento en las Grandes Ligas.

La gema más reciente de Rogers se produjo durante la victoria de Baltimore por 3-2 sobre los Astros en el Camden Yards, y marcó la tercera salida consecutiva en la que el zurdo de 27 años lanzó exactamente siete entradas permitiendo una carrera. Su efectividad mejoró de 1.41 a 1.40, la mejor de un abridor en sus primeras 13 aperturas de una temporada en la historia de los Orioles (desde 1954).

Mejor efectividad tras 13 aperturas en una campaña, historia de los Orioles

1. Trevor Rogers — 1.40 en 2025
2. Hoyt Wilhelm — 1.50 en 1959
3. Jim Palmer — 1.55 en 1975

“Es fenomenal”, dijo el zurdo Keegan Akin, quien cerró la victoria con un salvamento de cinco outs. “Realmente no sé si se puede expresar con palabras. Son seis, siete, ocho innings casi cada vez que sube al montículo. Lanza rápido, usa a su defensa. Es un profesional”.

Rogers mantuvo su racha de consistencia mientras también acumulaba nueve ponches, su máximo de la temporada, durante la salida de 93 lanzamientos (59 strikes). Estuvo a uno de su récord personal de 10 abanicados, que ha logrado tres veces (todas para los Marlins entre las temporadas 2020 y 2021).

En cinco aperturas de agosto, Rogers ha registrado una efectividad de 1.29. Ha permitido exactamente una carrera en cada una. Y Baltimore tiene marca de 4-1 en esos juegos, siendo la única derrota un revés de 1-0 ante los Cachorros en el Wrigley Field el 1 de agosto, cuando Rogers cargó con la derrota de un juego completo de ocho innings.

De hecho, Rogers no ha permitido más de una carrera limpia en ninguna de sus últimas seis presentaciones. ¿Qué tan rara es esa racha? Bueno, es solo el segundo lanzador en la historia de los Orioles en permitir menos de dos carreras limpias y lanzar seis entradas o más en seis aperturas consecutivas; el primero fue Palmer, quien tuvo una seguidilla de ocho salidas de ese tipo en 1978.