CLEVELAND – El dominicano José Ramírez tuvo una premonición que también fue una lección.
“Con dos strikes”, le dijo a Brayan Rocchio antes de la parte baja de la octava, “busca la recta adentro”.
Rocchio la recibió. Una recta de 99.9 mph en la zona interna del relevista Troy Melton. Y la castigó completa.
- Sección Especial: Postemporada 2025
Con un solo swing del hombre conocido ahora y quizá para siempre como “Rocchio de octubre”, el hombre que nos trae “Rocchtober”, el hombre que “sacude” el mundo de los Tigres, tenemos Juego 3 de la Serie del Comodín de la Liga Americana, un desenlace ideal para la dura batalla que Guardianes y Tigres han estado librando en las últimas semanas.
Si el jonrón en solitario de Rocchio en la octava, que rompió el empate en lo que terminó siendo una victoria 6-1 para Cleveland en el Juego 2 del miércoles por la tarde, pareció grande en el momento, en realidad fue aún más histórico.
Este estadio –Progressive, antes Jacobs Field– ha visto un sinfín de remontadas espectaculares del equipo local en la postemporada a lo largo de los años, y la franquicia de Cleveland existe desde 1901. Pero esta fue la primera vez en la historia del club que un jugador conectó un jonrón de la ventaja en la octava entrada o más tarde estando al borde de la eliminación.
“Simplemente jugamos, y sabemos que vamos a hacerlo hasta el último out”, dijo Rocchio, sobre este equipo de los Guardianes que se levantó tras un mal inicio de campaña y sigue peleando un día más. “Aunque vayamos perdiendo por 10, sabemos que vamos a seguir jugando de esa manera”.
Rocchio parece estar asumiendo el papel de embajador de marca de un equipo de Guardianes que desafía los pronósticos y supera un perfil ofensivo limitado.
Mirar el historial estadístico de Rocchio, un venezolano de 24 años, y llamarlo un infielder de poco bateo es a la vez correcto e injusto. Porque cuando conecta, lo hace con fuerza.
En la Serie Divisional del año pasado contra estos mismos Tigres, Rocchio brilló, bateando .375/.444/.500 con dos dobles en los cinco juegos, un contraste con su OPS de .614 en la temporada regular, el peor en Grandes Ligas entre los torpederos titulares con al menos 400 turnos.
Este año incluso perdió la titularidad en el campocorto, fue enviado a Triple-A Columbus en mayo y luego regresó como segunda base regular en la segunda mitad, sólo para atormentar de nuevo a los Tigres.
¿Cómo se explica esto?
“Demasiadas [grosería] rectas por el medio”, dijo un miembro de los Tigres.
Justo. Pero una cosa es que un bateador de .222 de promedio en su carrera, con un OPS+ 25% por debajo de la media, reciba lanzamientos francos al medio, y otra es que realmente los aproveche.
Que Rocchio hiciera algo con ese pitcheo en el Juego 2 fue en parte mérito de la instrucción de Ramírez.
“Cuando estos jóvenes se concentran de verdad y prestan atención al juego”, dijo J-Ram, “anotamos muchas carreras”.
También fue mérito de la mentalidad renovada de Rocchio tras su paso por Triple-A. Los Guardianes lo habían visto hundirse mentalmente cuando las cosas iban mal. Querían que frenara esa espiral.
Algo hizo clic. Rocchio tenía una línea de .165/.235/.198 en 35 juegos antes de ser bajado. Después de volver, bateó .257/.310/.391 en 80 encuentros, coronando la temporada regular con un batazo que pegó del poste de foul para un jonrón de oro el día que Cleveland aseguró la Central de la Liga Americana.
Si los Guardianes avanzan de esta ronda, será en parte porque Rocchio castigó el quinto pitcheo más rápido contra el que un jugador de Cleveland ha conectado de cuadrangular en la era del rastreo de lanzamientos (temporada regular o postemporada), desde 2008.
En un día con un fuerte viento soplando desde el jardín derecho hacia el plato, ese batazo no fue cosa menor.
“Curiosamente”, manifestó Rocchio, “cuando comenzó el juego, pensé que con este viento teníamos que mantener la bola en el piso, tratar de rodarla. Y cuando me concentro en poner la bola en el suelo es cuando obtengo mejores resultados”.
Pero Rocchio parece elevarse cuando llega octubre. Eso lo convierte en un factor X inesperado dentro de una alineación más enfocada en el contacto que en la fuerza.
“Este es tiempo de competir”, señaló. “No hay espacio para pensar en uno mismo. Es ser lo más competitivo posible”.
“Rocchio de octubre” está dejando de ser sólo un meme en internet para convertirse en una realidad. Y gracias a su gran swing, la postemporada continúa en Cleveland.
Fuente: MLB.com