NUEVA YORK — Garrett Crochet lo cambió todo para los Medias Rojas aquel día de febrero cuando se presentó a los entrenamientos primaverales, dos meses después de que el jefe de operaciones de béisbol, Craig Breslow, concretara un cambio clave enviando a cuatro prospectos a los White Sox por uno de los lanzadores más prometedores del juego.
Nadie podía haber prometido una actuación como la que Crochet ofreció la noche del martes en su debut de postemporada en el Yankee Stadium.
Pero los Medias Rojas no habrían sobrevivido al Juego 1 sin cada uno de esos 117 lanzamientos, la mayor cifra de su carrera, incluido el último: una recta de 100.2 mph que congeló a Austin Wells sin tirarle.
Al guiar a su equipo a una victoria de 3-1 en el Juego 1 de esta Serie del Comodín de la Liga Americana al mejor de tres, Crochet anunció su presencia con autoridad, permitiendo cuatro imparables y sin boletos en 7.2 entradas, con 11 ponches recetados.
“Fue agresivo. Se le notaba en los ojos antes del juego que lo quería con todas sus fuerzas”, destacó Alex Bregman, antesalista de los Medias Rojas. “Fue la clase de actuación que logran los grandes lanzadores, y eso es lo que él es. Estoy muy orgulloso de él”.
Los equipos que ganan el Juego 1 tienen marca de 18-2 en la ronda de Comodines. Los Medias Rojas intentarán mantener esa tendencia llevándose esta serie.
¿Qué tan confiado estaba Crochet en la víspera de su brillante labor?
“Por alguna razón, nuestra gerencia estaba en el bullpen revisando algo [durante el día de práctica del lunes]”, dijo el piloto puertorriqueño Alex Cora. “Garrett estaba conmigo en la cueva. Le dije: ‘Deberíamos llamar al bullpen’. Y él me respondió: ‘Mañana solo vas a hacer una llamada al bullpen’. Le dije: ‘Tal vez dos’. Y él contestó: ‘No, no, no, una. Va a ser directo con [el cerrador cubano Aroldis Chapman]’”.
Y así fue como ocurrió, ya que Crochet lo dejó todo en la lomita y salió con dos outs en el octavo. ¿Cómo tuvo tanta confianza antes de la apertura?
“Para ser honesto, fue pura arrogancia”, dijo Crochet con una sonrisa. “No esperaba realmente que fuese así. Pero cuando me mandó de nuevo para el octavo, estaba decidido a dejarlo de esa manera”.
Crochet disfrutó la oportunidad de lanzar profundo en el juego.
“Con él dejándome en el montículo, quise honrar esa decisión”, comentó Crochet. “Siento que ha confiado mucho en mí este año y no lo he defraudado. Así que me aseguré de que esta no fuera la primera vez”.
Considerando lo que estaba en juego y el lanzador rival (Max Fried), la noche del martes en el Yankee Stadium parecía un momento en el que el as de los Medias Rojas no podía darse el lujo de pestañear.
Lo hizo sólo una vez, cuando Anthony Volpe le conectó un cuadrangular en solitario en el segundo episodio para romper el empate sin carreras. Pero después de eso, nada más. El poderoso zurdo de Boston retiró a 17 bateadores consecutivos tras el bambinazo de Volpe.
“Obviamente los dos lanzaron bien como se esperaba. Crochet fue muy difícil”, expresó Aaron Boone, manager de los Yankees. “Volpe lo castigó ahí. Tuvimos un par de hombres en base en la primera entrada. Navegó esa situación. Fue bastante eficiente con los lanzamientos. Tuvimos un par de turnos, algunos en fila, donde llegamos a tres bolas y lo presionamos un poco. Pero hizo grandes pitcheos en esos momentos”.
“Sólo quería hacer todo lo posible para darle a mi equipo una oportunidad de pelear. Realmente no cambió nada en mi mentalidad”, explicó Crochet. “Quizás fui un poco más agresivo en la zona. Pero creo que simplemente encontré mi ritmo a medida que avanzaba el juego”.
Crochet sólo necesitaba un poco de ofensiva para respaldar su actuación.
En la parte alta del séptimo, que cambió el rumbo del partido, Ceddanne Rafaela –uno de los bateadores menos pacientes de Boston– negoció una base por bolas de 11 pitcheos con un out ante Luke Weaver. Rafaela fue el primer bateador que enfrentó Weaver luego de que Fried dejara el montículo entre ovaciones tras 6.1 capítulos brillantes. Nick Sogard vino a continuación y conectó lo que parecía un sencillo rutinario al derecho-central. En cambio, Sogard fue agresivo, puso a prueba el brazo lesionado de Aaron Judge y se deslizó para convertirlo en doble.
Eso preparó el escenario para el primer turno en postemporada de Masataka Yoshida, quien disparó un sencillo de dos carreras por el medio del campo para darle la ventaja a los Medias Rojas.
Boston agregó una importante anotación de seguro en el noveno con un doble impulsor de Bregman, quien disputaba su partido número 100 de postemporada en su carrera.
La tensión volvió en el cierre del noveno, cuando Chapman, que había sacado el último out del octavo, se metió en un lío llenando las bases sin outs.
El zurdo de 37 años apretó el brazo, ponchando a Giancarlo Stanton, dominando a Jazz Chisholm Jr. con un elevado al derecho, y luego ponchando a Trent Grisham para sellar otro clásico de la rivalidad.
“En ese momento, no escuchas nada, no ves nada”, manifestó Chapman. “Estás 100 por ciento concentrado en tu receptor”.
Como resultado, los Yankees se convirtieron en el primer equipo en la historia de la postemporada en llenar las bases sin outs en la parte baja del noveno y no anotar, terminando por perder el juego, según OptaSTATS. Además, antes de la noche del martes, Chapman solo había enfrentado a un bateador con las bases llenas en toda la temporada, antes de medirse a tres en ese noveno inning.
El cierre de Chapman fue enorme. Pero el abridor marcó la pauta.
“[Crochet] es un tipo que va con todo por su objetivo, para ser honesto contigo”, enfatizó Cora. “El año pasado estaba en una situación en la que aprendía a ser abridor. Lo cambiaron para que fuera el as. Le pagaron como as, y desde el primer día ha actuado como tal”.
Fuente: MLB.com