CHICAGO – Tras la ovación de pie del público eufórico en el Wrigley Field la noche del jueves, Matthew Boyd fue directo al primer escalón del dugout de los Cachorros. El veterano zurdo esperó y observó cómo Daniel Palencia escapaba del quinto inning, soltando un grito cuando el relevista dominó al astro de los Cerveceros, Jackson Chourio, con un elevado.
Esto fue el Boyd de siempre: centrado en un compañero cuando el protagonismo era merecidamente suyo. Boyd se ganó los reflectores por su actuación en el Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional, en la que aprovechó su oportunidad de redención y marcó el tono de la victoria 6-0 de los Cachorros sobre los Cerveceros, enviando la serie de regreso a Milwaukee.
Boyd trabajó hasta el quinto inning, dándole al manager Craig Counsell justo lo que necesitaba para alinear a sus relevistas y completar el rompecabezas de 27 outs. Ian Happ mantuvo viva la magia de la primera entrada con un bambinazo de tres carreras ante el as Freddy Peralta, y los del Norte de Chicago tomaron el camino para igualar esta serie al mejor de cinco a dos triunfos por lado.
“Fue simplemente súper efectivo”, dijo Happ sobre Boyd. “Hizo un gran trabajo controlándose. Cuando se salió de la zona, volvió rápidamente. Comandó bien la curva hoy y los mantuvo fuera de balance. Estuvo fantástico”.
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En 35 ocasiones anteriores, un equipo que perdió los Juegos 1 y 2 como visitante en una Serie Divisional con el formato actual 2-2-1 sólo logró forzar un Juego 5 en cinco de ellas, y apenas tres completaron la remontada. Los Cachorros sólo han ganado tres juegos de eliminación consecutivos una vez en su historia: en la Serie Mundial de 2016 ante Cleveland.
Las 4.2 entradas en blanco de Boyd representaron la apertura más larga de esta postemporada para los Cachorros, igualando la labor de cuatro episodios sin carreras de Jameson Taillon en el Juego 3 de la Serie del Comodín de la Liga Nacional. Antes de eso, sólo había tres aperturas sin carreras en la historia de los Cachorros en playoffs cuando enfrentaban la eliminación: Jake Arrieta en el Juego del Comodín de 2015, Lon Warneke en el Juego 5 de la Serie Mundial de 1935 y Hippo Vaughn en el Juego 5 de la Serie Mundial de 1918.
Para Boyd, esta fue su oportunidad de pasar la página tras una desastrosa presentación en el Juego 1 contra los Cerveceros.
En aquella salida, Boyd, de 34 años, tomó la bola con apenas tres días de descanso debido a que los Cachorros están rearmando su rotación sin Cade Horton, candidato al Novato del Año de la Liga Nacional (fractura en una costilla derecha). Milwaukee atacó rápidamente con tres dobles seguidos en el primer inning, fabricando seis carreras que provocaron la salida de Boyd tras sólo 30 lanzamientos.
Después de que los Cachorros se acercaran en la serie la noche del miércoles, Boyd estaba en su casillero declarando que ya pensaba en volver al montículo tras aquella mala salida. Fue un All-Star esta temporada, lideró al equipo en innings lanzados y se había ganado la confianza de sus compañeros con los sueños de postemporada en juego.
También sabía que estaría en la comodidad del Wrigley Field, donde registró marca de 12-1 con efectividad de 2.51 en 15 aperturas esta campaña. Y en el Juego 1 de la Serie del Comodín ante los Padres, volvió a brillar en un ambiente intenso, con 4.1 innings sólidos en una victoria 3-1.
En la primera entrada, Boyd otorgó boleto a Christian Yelich, generando algo de tensión en el estadio considerando los problemas en los primeros innings durante toda la serie. De hecho, las 21 carreras combinadas anotadas en el primer episodio por ambos equipos son la mayor cantidad en la historia de una serie de postemporada en MLB.
Boyd se calmó y encontró ritmo, ponchando a Chourio, provocando un rodado de William Contreras y dominando a Brice Turang con un elevado al izquierdo. A partir de ahí, el zurdo se apoyó principalmente en su recta de cuatro costuras y su curva, dejando en segundo plano su característico cambio de velocidad.
El jonrón de Happ en el primer inning ante Peralta —su segundo en la serie ante el derecho— le dio a Boyd el margen necesario para controlar la zona.
“Hemos hecho un gran trabajo iniciando los juegos, los muchachos se han estado embasando y luego conseguimos un buen swing ahí”, dijo Happ. “Pero todo el crédito para Matty Boyd por lo que hizo esta noche”.
El zurdo ponchó a seis, cerrando su labor con Yelich abanicando un sinker adentro para el segundo out del quinto inning, con corredores en segunda y tercera.
Boyd hizo un discreto gesto de puño tras ese ponche, y Counsell pronto subió al montículo para entregarle la bola a Palencia. El derecho de poderosa recta salió del aprieto, y el bullpen mantuvo su gran nivel en lo que va de la postemporada. Un sencillo impulsor de Matt Shaw en el sexto y jonrones solitarios de Kyle Tucker y Michael Busch en el séptimo y octavo aseguraron la ventaja.
Fuente: MLB.com